
Damos por finalizada la obra de una nueva vivienda realizada en Almoines.
La vivienda se articula a través de un espacio central en doble altura donde se sitúa una amplia escalera bañada por la luz cenital procedente de un imponente lucernario que introduce la luz natural y simula el cielo abierto.
En planta baja se dispone todo el programa de día, con acceso, garaje, salón-comedor-cocina, un amplio porche y terraza. Cabe destacar la fluidez del espacio de salón-comedor-cocina, donde vuelca todo al exterior, permitiendo una relación directa interior-exterior.
En planta alta se sitúa la zona de noche, localizando un amplio dormitorio principal con baño en suite y dos vestidores volcando hacia el lado interior de la manzana, y las dos habitaciones secundarias y baño que vuelcan hacia la calle y patio interior respectivamente. También en esta planta se sitúa un pequeño y práctico lavadero con acceso a la terraza exterior.
En tercera y última planta, se sitúa un espacio diáfano abuhardillado. Donde se localizará el espacio de estudio, salón de juegos o segundo salón de estar. Todo ello conectado a una pequeña y tranquila terraza exterior donde por su orientación, se convierte en un lugar perfecto para tomar un respiro.
La paleta de materiales utilizada es un híbrido entre calidez y modernidad. Madera, porcelánicos color crema, piedra natural y mortero blanco, combinan de forma armoniosa generando un hogar cálido, acogedor y atemporal.
Pero lo que sin duda caracteriza la casa es el gran lucernario que preside la misma. Haciendo posible una entrada de luz espectacular, simulando un patio descubierto, y haciendo que, si se levanta la mirada, parece que se vea el mismo cielo abierto.